cultivo
La siembra de las fabas se realizará entre los meses de mayo y junio, con semilla certificada, de reempleo controlado de la propia explotación o con semillas procedentes de otras plantaciones inscritas en los registros del órgano de control. Para conseguir una nascencia satisfactoria se empleará semilla en perfectas condiciones, enterrándola a una profundidad de 2-5 cm.
El sistema de cultivo tradicionalmente empleado en esta judía de enrame es en asociación con el cultivo de maíz. Sin embargo en las últimas décadas se ha ido introduciendo el monocultivo, realizado con estacas de unos 2,5 metros de altura cada 3-4 m en líneas de cultivo, unidas por su extremo superior e inferior con alambre tensado. Entre los alambres se colocará cordón o malla, por donde irá trepando la planta.
La judía es una planta muy sensible a la falta y/o exceso de agua, especialmente en la floración, por lo que requiere suelos con adecuada y regular humedad.
La recolección se realiza desde finales de agosto a finales de noviembre, en función del estado de madurez de las plantas y el color de las vainas. Se podrá realizar de modo manual, en la planta sobre el terreno, recogiendo vaina a vaina, o procediendo al arranque de la planta para su posterior secado en lugares adecuados.