la faba

El producto amparado por la IGP “Faba de Lourenzá” son judías secas (alubias o “fabas”) separadas de la vaina procedentes de la familia de las Fabaceas o leguminosas, especie “Phaseolus vulgaris, L”, de la variedad local conocida como “Faba Galaica”; sanas, enteras, limpias y destinadas a consumo humano.

La “Faba Galaica” presenta unas características cualitativas que la diferencian de otras alubias y que la hacen muy demandada por los consumidores. Posee una calidad culinaria excepcional motivada por su escasa proporción de piel (entre 8-10%); por su elevada capacidad de absorción de agua, superior al 100%; y por su comportamiento en cocción, consiguiéndose al final del proceso granos enteros y completos, en los que destaca la pastosidad de su pulpa, exenta de grumos y escasamente diferenciada de la piel.

cultivo

La siembra de las fabas se realizará entre los meses de mayo y junio, con semilla certificada, de reempleo controlado de la propia explotación o con semillas procedentes de otras plantaciones inscritas en los registros del órgano de control. Para conseguir una nascencia satisfactoria se empleará semilla en perfectas condiciones, enterrándola a una profundidad de 2-5 cm.

El sistema de cultivo tradicionalmente empleado en esta judía de enrame es en asociación con el cultivo de maíz. Sin embargo en las últimas décadas se ha ido introduciendo el monocultivo, realizado con estacas de unos 2,5 metros de altura cada 3-4 m en líneas de cultivo, unidas por su extremo superior e inferior con alambre tensado. Entre los alambres se colocará cordón o malla, por donde irá trepando la planta.

La judía es una planta muy sensible a la falta y/o exceso de agua, especialmente en la floración, por lo que requiere suelos con adecuada y regular humedad.

La recolección se realiza desde finales de agosto a finales de noviembre, en función del estado de madurez de las plantas y el color de las vainas. Se podrá realizar de modo manual, en la planta sobre el terreno, recogiendo vaina a vaina, o procediendo al arranque de la planta para su posterior secado en lugares adecuados.

almacenamiento y conservación

Los locales de almacenamiento y conservación que acojan la producción deben poseer siempre las adecuadas condiciones higiénico-sanitarias. Una vez que la producción con destino a la IGP se encuentre en los almacenes o plantas envasadoras, se someterá al siguiente proceso:

Selección y criba: eliminado los granos defectuosos, impurezas, etc.

Introducción en cámara frigorífica: un mínimo de 48 horas, para evitar la aparición de gorgojo y el consiguiente deterioro de las características físicas y organolépticas.

Calibrado y selección: clasificación por tamaños y categorías, y eliminación de las producciones que no cumplen los requisitos establecidos por el órgano regulador.

Almacenamiento: en locales frescos y secos hasta el momento de su envasado.

etiquetado

Las judías secas comercializadas bajo el amparo de la indicación geográfica protegida “Faba de Lourenza”, deberán llevar, tras la certificación, la etiqueta comercial correspondiente a la marca propia de cada productor/envasador y una etiqueta de codificación alfanumérica con numeración correlativa, autorizada y expedida por el órgano de control, con el logotipo oficial de la indicación geográfica protegida.

Tanto en la etiqueta comercial como en la etiqueta propia del órgano regulador figurará obligatoriamente la mención indicación geográfica protegida “Faba de Lourenzá”

en tu mesa

Son innumerables las citas bibliográficas relacionadas con la gastronomía gallega en las que se destacan a las fabas. Entre ellas está “A cociña galega”, libro de Álvaro Cunqueiro y Araceli Filgueira Iglesias (1973), obra cumbre de la gastronomía gallega.

Puedes combinar las fabas con multitud de platos. Son sabrosas en el tradicional caldo gallego, en fabadas, con almejas, mejillones, pulpo y como no con carnes. Atrévete a ponerlas en cualquier plato.

La faba es ideal para aquellas personas que tengan un colesterol alto, ya que la fibra soluble que contiene favorece la concentración saludable de las grasas en la sangre, ayudando a combatir problemas de carácter cardiocirculatorio. Su contenido en fibra alivia y mejora el tránsito intestinal. Además las fabas reducen la velocidad de absorción de azúcares, ayudando a regular la glucosa presente en la sangre

Información

Esta web está financiada en el programa de desarrollo rural 2014-2020 en la submedida:

3.2. Apoyo a las actividades de información y promoción realizadas por grupos de productores en el comprado interior

Para detalle de financiación puede consultar el reglamento de desarrollo rural y el Programa de desarrollo rural para Galicia (a partir de la página 286):

Regulamento de desenvolvemento rural, Programa de desenvolvemento rural para Galicia